lunes, 19 de septiembre de 2016

Rematch, esa temida palabra.

Muy buenas tardes (hora de Nueva York) mis queridos lectores.

Hoy vengo a hablaros de ese espinoso y oscuro proceso llamado rematch.
Os imaginaréis porqué estoy hablando de este tema, por supuesto, y es porque voy a empezarlo bien prontito. Pero que nadie se asuste, que no me ha pasado nada.

El rematch es como llaman las agencias al proceso por el cual una au pair cambia de familia tras cierto tiempo con ella. Excepto en caso graves/serios, normalmente este proceso es porque o bien la familia no se siente muy cómoda con el nivel de conducción de la au pair, o bien la familia se pasa de horas y funciones que le corresponden a la au pair y esta se queja... o sencillamente, no acaban de encajar. Y este ha sido mi caso.

Mi Host Family ha sido muy amable conmigo (en el 98% de los casos) y no me han hablado o tratado mal en ningún momento. Los niños son como todos, difíciles a veces y otras un amor, pero en general me han caído bien y les tengo mucho cariño. Brooklyn me gusta mucho (sí, más que Manhattan, matadme) y mi zona especialmente. Sin embargo, no tengo el feeling con la familia (con los HP concretamente) que creí que tendría. Me siento un poco... como si me hubiesen alquilado una habitación, más que como un miembro más de la familia. Y a eso tengo bastantes pegas que ponerle, pero no es plan de ponerlos a caldo, que en general se puede decir que se han portado bien conmigo.

Siempre tuve esta sensación dentro de mí de que no pertenecía ahí. Es posible que luego resulte que "ahí" es este país en general, pero quiero intentarlo por todos los medios antes de volverme a casa, que para eso siempre hay tiempo. No quiero volver y pensar que no lo intenté todo lo que pude, por mi propia felicidad.

Terminó de quedarme claro que tenía que entrar en rematch cuando tuve una conversación con mi HM en la que me decía que me veía un poco "up and down" y que a lo mejor no teníamos las mismas expectativas: ellos buscaban a alguien que fuese un "tercer padre" (así tal cual me lo dijo), muy flexible con las horas... y que si podía, en mi tiempo libre, pues recogiese el cuarto de los niños y blablabla.
Quiero que quede claro que yo, habiendo vivido de au pair anteriormente ya, tengo muy claro qué es ser au pair. Y no es venir a criar los hijos de otro, ni ser la niñera mágica, ni ser la cleaning lady de la casa. No. Y ahí fue cuando tuve clarísimo que tenía que marcharme, porque ya, con las cartas sobre la mesa, era algo evidente.

Aún así me tomé una semana más para pensarlo. La semana la verdad es que ha sido mucho mejor, con los niños ya a jornada completa en el cole y demás, pero sobretodo porque al haber tomado la decisión, me relajé mucho más y empecé a descansar tranquila por las noches.
Habrá cosas que eche de menos, por supuesto, y no solo a mis amigas, pero creo que es la opción correcta. No voy a vivir con una familia un par de meses, si no un año, y hay que sentirse a gusto con ellos, lo primero y fundamental.

Mi LCC me ha ayudado mucho durante estas semanas cuando he quedado con ella. Es un amor de persona y me he sentido muy apoyada y protegida en todo momento.

Me ha dicho que el proceso de las entrevistas con las futuras familias ahora es un poco diferente, porque (en esta agencia al menos) las familias ahora antes de llegar a mí tienen que pasar por ella. Hace de filtro para ver que se ajustan a lo que yo estoy buscando, digamos.
En teoría tengo dos semanas para encontrar otra nueva familia - nadie sabe dónde porque le he dicho que no me importaría salir de la ciudad si hace falta- y si no, me tendría que volver a casa, con un billete pagado por mí.
¿Lo bueno? El traslado a una nueva familia lo paga todo la agencia, así que eso no sale de mi bolsillo.

Quiero ser positiva durante este proceso, porque ella dice que nadie sabe muy bien cómo, por lo general "sale bien mágicamente". Uno ya tiene más claro lo que busca y lo que no, también. Además, dice que en mi caso concreto no cree que sea muy difícil encontrar otra familia y que, además, quedándome aún once meses por delante, eso debería ayudar.

Ya os iré contando más, aventureros.

¡Deseadme suerte!

Un abrazo enorme,

Septiembre.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Once días en Brooklyn

¡Hola, hola, queridos míos!

Hoy vengo a hablaros de cómo está siendo todo por el momento desde que me bajé del tren que me llevaba de Tarrytown donde hice la orientación hasta el día de hoy.

No voy a mentiros, los primeros dos o tres días fueron duros para mí. Por alguna razón que aún desconozco tenía una sensación muy fuerte dentro de no querer estar donde estaba, no sé exactamente si la casa, la ciudad o el continente directamente, pero tiene más pinta de esto último. En el training tenía la misma sensación, pero como no te dejan ni un minuto quita, tampoco podía pensarlo mucho.

Llegué a la casa de mi HF el jueves 25 de agosto, a eso de las seis y media de la tarde.
Me había ido a recoger mi HM a la estación de Penn Station y luego cogimos un taxi hasta nuestra casa, en Brooklyn. Entre la humedad, el calor del taxi y la forma de conducir de aquel señor me mareé muchísimo, lo que tampoco ayudó mucho.
Al llegar a la casa saludé a mi HD y a los niños, que estaban allí esperándome. Le di la mano al mayor como todo un hombrecito y la pequeña de 4 años me tendió la mano para estrechársela, cosa que hice, y luego me abrazó las piernas. Me hablaron un montón y me estuvieron enseñando cosas, me quedé anonadada, normalmente mis alumnos y los niños que conozco suelen mostrarse mucho más tímidos al principio, pero no.

Vivo en el sótano que es bastante grande y cuando acaben las obras que están llevando acabo podré utilizar la puerta independiente que tiene si quiero, así que estoy contenta por esa parte, a pesar de no tener un baño propio.

Al día siguiente de mi llegada me escribió un mensaje otra au pair ofreciéndome ir a cenar y al cine y eso hice. El sábado, justo el día después, fui a hacer piragüismo a Manhattan con otro grupo de au pairs de mi cluster y el domingo a ver el atardecer a los muelles de Brooklyn y a cenar con la chica del viernes. Como veis, en el aspecto social no pude empezar mejor.

Este lunes empecé a trabajar por primera vez sola con los HK y debo decir que, quitando cosas pequeñas de niños, ha sido todo un éxito. Hemos jugado, ido al parque con otros niños, a la piscina un par de veces, a la biblioteca, al cine, hemos hecho playdates... Nada que objetar.

Bueno, sí. En teoría yo trabajaba de 8 a 5 estas dos semanas hasta que mis HK empiecen el cole el jueves próximo. Si las calculáis, dan nueve horas al día, a cinco días, las 45h máximas que yo puedo trabajar. Pero nunca eran las 5, si no más bien las 5:30 ó 6.
De momento no les he dicho nada porque entiendo que están con la obra además del trabajo y demás... voy a esperar a ver cómo es mi horario cuando empiecen los niños el colegio, porque la principal razón por la que los elegí a ellos y no a la adorable familia de NJ, era el horario "fijo" que tenía.

Por lo demás, se fueron los cuatro a la casa que tiene de vacaciones a pasar el puente y volverán mañana en algún momento, así que he tenido el fin de semana libre, al igual que Labor Day.
He salido de fiesta, ido a Manhattan a pasar el día y hoy justo he vuelto de pasar el día con una amiga en Sleepy Hollow, un pueblo al lado de Tarrytown solo a 50min en tren al norte de NYC.

Bueno, queridos, en resumen mi familia parece ser encantadora, obviando las diferencias a nivel de educar a los niños (como profesora y persona criada en España, al menos) y las cosas estrafalarias de los americanos, sobre las que ya os hablaré en otro post. Hasta entonces...

Un besote enorme,

Septiembre.

lunes, 29 de agosto de 2016

Vuelo y los cuatro días de la orientación

Muy buenas queridos míos,

siento mucho este retraso, pero con todo lo que está pasando es muy difícil encontrar un momento en el que poder ponerme a relataros todo.

Tengo que deciros, antes de nada, que el viaje en avión es pan comido.

Nada más llegar sabéis que hay que facturar, en mi caso en la T4 de Madrid, y nada, me hicieron un par de preguntas sobre a dónde vas, por qué vas y blabla y te pesan la maleta. Máximo de 23kg... la mía 22,7. Menos mal que no dicen nada sobre el peso de la maleta de mano.
En mi caso yo saqué el billete una vez estaba en el aeropuerto, aunque en muchas aerolíneas es posible hacerlo online. Me ayudó un muchacho encantador que está ahí para eso exactamente y me fue guiando en todo el proceso, que como es USA ya sabéis que todo es different. Luego dicen de España.

Yo viajé con American Airlines. El vuelo estaba previsto que durara ocho horas y media pero luego en realidad fueron siete y media... cosa así.
Deberíais haber visto mi cara cuando entro en el avión y veo unos asientos enormes, con su mesa, sus pantallas... y luego la gran decepción de ver que eso es primera clase y que nanay de la china. A ver, no os quiero engañar, yo fui un poco incómoda... rollo Ryanair- para que nos entendamos. Pero sí es verdad que te dan una manta y un cojín nada más empezar, y unos auriculares para ver las películas que ponen y demás.
De la comida mejor no hablo. En serio, llevad un bocadillo de tortilla. O lo que sea.
Aunque los postrecitos y snacks no están mal y pasean todo el rato los azafatos preguntando si quieres algo de beber, por supuesto gratuito.

Al llegar al JFK con la chica con la que viajaba - Tania- y yo, vivimos la primera aventura. No encontramos a la representante de APIA que debía estar esperándonos. Y es que luego vimos que la señora se dedicaba a leer con el cartel bajado... muy bien eso.
El caso es que nada, nos presentó a otra chica que acababa de recoger y nos hizo esperar por una cuarta. Luego, las cuatro fuimos a la T1 (en el airtrain desde la T8. Y no, no es un tren volador como yo esperaba... vaya decepción, USA, ya te vale) a recoger a otro gran grupo.
Literalmente nos dice "esperad aquí en esta cafetería a que recoja al grupo que viene". Y ahí estuvimos. Dos horas. Y ya desesperadas, dando vueltas porque la mujer no está en el hall de "llegadas", con lo que no está esperando a nadie. Se ha pirado sin más.
De pronto llega un chico y nos dice que es del autobús de la agencia, lo comprobamos, le digo que estábamos con una mujer de la agencia y que necesitamos decirle que nos vamos, a lo que contesta "Se ha ido ya, ya me ha dicho que estábais aquí." WTF? ¿Nos deja solas dos horas y se va sin más y nos deja ahí?

Luego más adelante descubrimos que había hecho lo mismo con el grupo grande que la esperaba en la T1... ese que habíamos ido a buscar.

Llegamos al hotel tras mucho atasco, ya se sabe, es New York City. Y, ¿qué deciros? Una delicia de sitio, precioso. Nos alojamos en el Doubletree by Hilton en Tarrytown. Todo verde, con sus jardines preciosos... en fin, un amor de sitio.
Nos dieron una charla de bienvenida, nos contaron las normas del hotel, dónde estaba todo, nos dieron las llaves y luego a cenar y dormir.
He de decir que eramos 192 au pairs esa semana haciendo la orientación de mi agencia, así que podéis imaginar cómo estaba aquello, siempre chicas paseando de un lado a otro. Y un chico. Osea que por mucho que os digan que APIA no coge chicos, desde ya os digo que es mentira, así que si queréis ir, chicos, adelante.

Las camas son como dormir en una nube, lo prometo. (A menos que te toque la supletoria, que yo como fui la primera de mis compis de cuarto en llegar, elegí una cama buena).
Lo bueno de APIA es que te pone en las habitaciones - de máximo 3 personas- con gente que irá a tu misma zona luego, así al llegar ya conoces a gente.
Mi jetlag fue horrible, me desperté a las 4:30am -hora NY, 10:30 hora Madrid- y ya no pude cerrar el ojo y me pasé todo el día cansada. Os aconsejo que durmáis bien, lo vais a necesitar.

El training es interesante, aunque se hace eterno. El desayuno es de 7 a 8 y a las 8 empiezan las clases. Hasta las cuatro de la tarde, con una hora de 12:00 a 13:00 para comer y un par de descansos de diez minutos por el medio. Mortal. Como todo, algunas cosas os serán útiles, como el curso de la Cruz Roja, las diferencias en tema de legislación, cómo hacer papeleos que tenemos que hacer, el seguro médico, etc; y otras simplemente no lo serán. Imagino que ya lo imaginabais.

Sinceramente, lo mejor del training va a ser que conoceréis a mucha gente. Todo el mundo es muy amable y simpático, y no dejan de ser personas con los mismo miedos e ilusiones que vosotros, por lo que es muy fácil hacer piña.

Y antes de que lo preguntéis: no compré el tour de Nueva York.
No, porque yo voy a vivir aquí y me parece un poco absurdo. Yo me fui con algunas chicas ese mismo día a NYC por mi cuenta. Taxi a la estación de tren de Tarrytown: 3$ por cabeza. Billete de tren a NYC ida y vuelta (sin hora): 20$ por cabeza. Y ya está, eso fue lo que me gasté. Más cenar, claro.
Nosotras vimos la zona de Times Square, el Rockefeller Center, Grand Central Station y ya. Eso sí, todo a patita, con las vueltas de perderse que ello acarrea. Ah! Y la tienda de M&M's, que nos pillaba de camino.
Si al cálculo de 23$ dolares que llevamos - la cena que cada uno gaste lo que quiera- le sumáis los 3$ del taxi de vuelta, os puede salir por 26$. O 58$ si pagáis por subir al Top of the Rock, que son 32$ los adultos, pero nosotras llegamos muy mal de hora, así que lo pospusimos.

En los ochenta dolares que cobran por el tour va incluida la entrada al Top of the Rock, pero no sé si algo más. Las chicas algunas dicen que no bajaron para nada del bus, excepto lo más básico, cuatro fotos y subir a eso, claro.

No sé, cada uno sabréis qué es más interesante para vosotros, sobretodo dependiendo a dónde vayáis después y de lo lejos o cerca que os quede NY para volver en otra ocasión.

En la próxima entrada os hablaré de mis primeros días por aquí, pero tengo que ir a dormir que mañana es mi primer día de trabajo.

¡Deseadme suerte!

Septiembre.

lunes, 15 de agosto de 2016

7 días para volar

¡Hola a todos y bienvenidos a un nuevo lunes!

Aprovecho que vuelvo a tener conexión a internet para escribir una nueva entrada, a solo una semana de coger el avión. O al menos eso espero, porque tengo que deciros que aún no tengo la información de mi vuelo, los famosos "flight details".
En teoría, APIA os da la información relativa al vuelo que cogeréis entre 10 y 7 días antes de la fecha del mismo. En mi caso, ya que vuelo el día 22, me pasé todo el día doce comprobando el correo y nada. También es verdad que yo estoy un poco estresada con esto de no saber nada sobre el  vuelo, pero comprendo que no tenía porqué ser el mismo día doce... y así llevo tres días. Comprobando el correo electrónico cada quince minutos, esperando un email que me diga que la información ya está en la plataforma.

También es cierto que me mandaron un mensaje el día doce diciendo que estaban "working on it", pero oye, no sé. Cómo se nota que no son ellos los que viajan.
Hace cosa de media hora (y previos tres emails míos) me han enviado a mí y a otra chica (una desconocida que de momento será Jane Doe) un correo diciendo que las dos viajábamos el día 22 desde Madrid a Nueva York y que en la oficina de US estaban tratando de colocarnos en el mismo vuelo. Por un lado, me deja más tranquila ver que no se han olvidado de mí. Por otro lado pienso que no puede ser taaaaaaaaaan difícil comprar dos billetes de avión como para que les lleve tanto tiempo.

En fin. Os mantendré informados.

Ahora viene la parte "útil" de la entrada.

El permiso internacional de conducir.

Érase una vez una chica de Madrid una tarde de verano. Está tranquila en su hora de descanso durante el campamento en Salamanca, leyendo las últimas entradas de los blogs de otros au pairs cuando, de pronto, mientras lee el blog de Alex, cae en la cuenta que ha olvidado por completo pedir el PIC (para abreviar). Bendito Alex, menos mal que lo ha recordado por su blog.

Llamé para pedir la cita previa sin la cual no te atienden y me dieron para el 8 de agosto a las 11:41 en Tráfico, en Arturo Soria.
Según llegas allí tienes que subir a la primera planta y meter tu DNI en la maquina que tienen (como las del médico), la cual te da un papelito con tu número y te indica dónde ir.
Nada, me llevo una media hora y todo es bastante sencillo.
Tenéis que llevar el carnet de conducir (aunque por teléfono me dijeron que llevase una fotocopia, la chica de la ventanilla me dijo que no era necesaria mostrando el original), una foto de carnet, el DNI y pagar allí 10,10 euros que te los cobran por tarjeta. Bueno, me imagino que en efectivo también pero ellos me dijeron por tarjeta.

Una cosa que no me dijeron por teléfono al informarme de lo que tenía que llevar era un formulario de solicitud del PIC, completado, por supuesto. Pero no pasa nada, os lo dan allí y se tardan dos segundos en cumplimentarlo.

Cosas a llevar a USA

Os digo de antemano que no tengo la maleta hecha, ni siquiera he empezado a escribir la lista, pero incluso ahora voy a enumerar un par de cosas que no se pueden olvidar.

Documentación: esto no habría ni que decirlo. Ya sabéis, todos los papeles vitales sin los cuales entrar en USA va a estar complicadillo, más vuestros documentos de identificación personal, etc. Ya actualizaré esta entrada cuando esté allí y pueda daros información más precisa en cuanto a qué documentos exactamente. De momento, DNI, pasaporte y DS-2019


Medicamentos: si tomáis cualquier medicamento o prevéis que lo vais a necesitar allí, tenéis que llevarlo junto a su receta medica. Todo, incluso si es frenadol que va sin receta. A mí me hicieron un papel en el médico que lo justificaba para que no me diesen problemas en el aeropuerto. Y, al parecer, tenéis que enseñarlo allí. Mi agencia me dijo que si, como es mi caso, llevaba varias cajas de la píldora, llevase una en la maleta de mano para enseñarla y las demás, junto a sus recetas, en la maleta a facturar. 


TSA: El maravilloso candado que los americanos (ya que se ponen a pedir, piden de todo) nos "recomiendan" que compremos para cerrar la maleta si no queremos que nos rompan el nuestro cuando hagan el registro. Me ahorro los comentarios.

Adaptadores de corriente: me imagino que ya todos lo sabéis pero allí vamos a tener que usar adaptadores, ya que nuestros enchufes y los suyos son algo diferentes... Yo los compré por Amazon, pero posiblemente los tengan en cualquier ferretería de vuestro barrio.



Aparatos electrónicos: obviamente todo
s vamos a llevar algo electrónico, aunque sea el móvil. Pues tengo entendido que, además de ir en la maleta de mano y enseñarlos en el control de seguridad como siempre, tienes que declararlos y ser capaz de encenderlos en caso de que te lo pidan. Traducción: hay que llevarlos cargados.

Ropa: Esto ya... cada uno como vea. Yo que voy a Nueva York sé que allí tendré cuatro estaciones, el que vaya a Los Ángeles o Florida, solo una... como mucho dos. He hablado con varias personas al respecto: una antigua au pair con la que contacté, una amiga mía que vuelve de allí este mes después de casi dos años de au pair, algunas conocidas que andan por allí o han viajado.... Y todo el mundo me ha dicho que me lleve ropa para un mes. Que allí se compra muchísima ropa al final y que no merece la pena llevar las maletas cargadas con ropa para todo el año ni mucho menos. Yo me imagino que eso luego va en la personalidad y forma de ser de cada uno, pero visto que me lo dice tanta gente... yo llevaré ropa verano-principios de otoño como mucho. No sé, quizás me equivoque. Ya os contaré. Siempre si no puedo hacer como dice mi amiga Esther que ha salido para allá esta mañana y llevarme solo mis prendas favoritas de cada estación.

Y creo que esto es todo.

Qué más os voy a decir que no sepáis ya... pesos, líquidos y blabla, comprobadlo todo muy bien con vuestra aerolínea (a no ser que seáis yo y aún no la sepáis). La maleta cada uno sabe cómo se organiza y si no, hay millones de vídeos en youtube que os ayudarán. No a todo el mundo le gustan/valen los mismos consejos para empaquetar.

Un besito a todos, marcho a seguir con las despedidas (sniff sniff)

¡Feliz lunes y feliz cuenta atrás!

Septiembre

martes, 9 de agosto de 2016

Emociones encontradas

¡Hola, hola!

Mirad, yo me vais a perdonar pero esta entrada va a ser para desahogarme. Traduzco: que va a ser bastante inútil para vosotros, pero espero que útil para mí.

El domingo fue mi primera despedida y dejad que os diga que lo llevo fatal. Fatal de los fatales. Yo pensé que no iba a sentarme así de mal, pero sí. Cuando di un abrazo a mi amigo (el segundo que lo doy en todos estos años y el primero fue porque iba alcoholizada y me puse muy pesada) creo que fui consciente por primera vez que era mi último abrazo a esa persona en un montón de tiempo. Y que si quiero abrazarlo o darle una colleja o lo que sea dentro de un mes, ya no voy a poder. Y me siento un poco hundida en la miseria. Visto desde fuera fue un momento muy dulce y tierno, pero desde dentro pensé "esto no me gusta una mierda".  Y hoy no ha ido mejor, que he tenido otras dos despedidas de más gente indispensable para mí. Y aunque a una de estas personas la voy a ver allí en septiembre unos días, se me hace igual de duro.

Todo el mundo me dice "anda, si lo vamos a pasar nosotros peor que tú, que vas a estar en seguida en tu aventura y te olvidas y nosotros aquí lloriqueando porque te has ido". Pues no, amigüis. No. Obviamente el momento será diferente porque allí conoceré gente y una nueva ciudad y blablabla. Pero cuando vosotros estéis pasando un domingo cualquiera en familia, viendo una película con mamá, charlando con papá o merendando en casa de los abuelos; yo no estaré con ellos. O ese día que quedéis todo el grupo de amigos de siempre para el cumpleaños de Paco, yo no estaré y os echaré de menos y os envidiaré porque estáis juntos, haciendo las cosas de siempre, con las bromas absurdas de siempre que me hacen llorar de lo tontos que son mis amigos, hasta que me duele el corazón de lo mucho que los quiero. O yo, que conoceré esa gran ciudad y mientras paseo veré a ese pivón "que le encantaría a mi amiga X", o viendo el cartel de la película que "X y yo queríamos ver" y ahora cada uno la verá por su lado.
Os voy a echar mucho de menos a todos, pero será de una forma distinta, en un momento
distinto y en un contexto distinto.

Dejar a la familia, a los amigos que son ya familia, las bromas, los olores, los lugares, los abrazos y las charlas interminables. Y al nuevo, como diría otra gran amiga. Que yo me pillo muy rápido y me despillo igual de rápido, pero tengo que admitir que contigo estoy jodida. No me esperaba que me gustases de esta forma, la verdad. Ahora que no me lees confesaré que has sido la única persona que me ha hecho dudar sobre mi plan de irme. Es más, consideré seriamente quedarme en Madrid. Y no me voy porque no sienta lo suficiente por ti, si no porque me conozco y jamás me lo perdonaría si no intento siquiera esta gran aventura. Pero ojalá hubiese podido darte mucho, mucho más tiempo. A ti también te voy a echar mucho de menos. Con la intensidad de las nuevas ilusiones, de las sonrisas fáciles, de las piernas que tiemblan. A ti, que eres la primera vez que alguien me cala hondo de una forma adulta y profunda, te voy a echar profundamente de menos. No te lo diré, como tampoco te diré todo lo anterior, pero ojalá vengas a verme. Ojalá te quedes.

Pero os digo, son emociones encontradas. Hay una parte de mí que está completamente eufórica porque solo queden 13 días para irme. Es la euforia de las nuevas aventuras, de la emoción, del aprender, explorar y descubrir. De ver cosas que jamás he visto, olores, ruidos y sobre todo personas. Gente que me hará cambiar, madurar, reír y llorar. Gente que me ayudará a conocerme o a desconocerme. Gente que, seguro, será muy importante en este nuevo episodio. Estoy deseando conoceros a todos. No os hacéis una idea de las ganas que tengo de conocer a los nuevos imprescindibles. Y, quizás, como leí una vez "estoy deseando conocer a mi próximo ex".  Porque quién sabe. Quizás haya nuevos amores verdaderos de esos que solo me duran dos fines de semana. Quizás conozca al amor de mi vida. Quizás no.

Pero si hay algo que de verdad, de verdad, estoy deseando es volver a enamorarme de mí. Es lo más grande. Ya me pasó viviendo en Inglaterra. El viajar, de alguna forma, siempre me ayuda a conocerme más y, cuando me dí la oportunidad de ser todo lo que siempre quise, me quise profundamente. Me acepté y me quise, y eso me hizo automáticamente mucho más feliz. No voy a hablar del momento en que perdí eso de nuevo (quizás al volver a las rutinas, los horarios estresantes, los atascos y la hipocresía), pero estoy deseando volver a encontrarme en un escaparate de Nueva York. Mirar de reojo, sonreírme y decir "así que ahí es donde estabas, ¿eh?".

Así que así estoy, con un millón de lágrimas por mis "hasta pronto" y otras mil sonrisas preparadas para el futuro. Soy un poco bipolar, no sé. Estoy en una fase delicada, entre la depresión y algo más... no sé, algo muy de unicornios y arco iris.

¿Soy la única?

Si me queréis recomendar un psicólogo no hay problema, lo aceptaré. Si no, una sonrisa sincera y un paseo también me valen cuando nos conozcamos :)

martes, 12 de julio de 2016

So sorry!

Mis muy queridos amigüitos au pairs,

siento mucho, mucho, mucho este "abandono". Y lo pongo entrecomillado porque quiero que sepáis que no os he abandonado para nada. Os sigo leyendo a todos y cada uno igual que siempre, aunque no haya comentado en vuestras nuevas entradas. Y no, tampoco es que haya perdido ilusión ni nada por el estilo...

Os comento:

El día 23 de junio empecé a trabajar como monitora en unos campamentos de inglés, de siete días de duración cada uno, con la mitad de los acampados españoles y la otra mitad voluntarios nativos, de todas partes del mundo. Pensé que era una oportunidad única para ir cogiendo fuerza para cuando me vaya a Nueva York, ya sabéis, que mi oído se vuelva a hacer poco a poco a según qué acentos, volver a reforzar mi pronunciación y recuperar el vocabulario perdido. Y la verdad es que me ha servido muchísimo. Ahora bien, no es todo un paseo de rosas, porque aquí mis queridos participantes tienen todos entre 13 y 18 años. Traduzco: la edad del pavo, en la que me creo muy cool, muy mayor y el centro del universo.
En realidad los dos primeros campamentos han ido bastante bien (uno mejor que el otro, tampoco vamos a mentir), pero eso no quita que hayan exprimido hasta el último segundo de mi energía vital. Trabajar de nueve de la mañana a una y media de la mañana (con suerte), como comprenderéis, no me deja mucho tiempo para escribir... y menos cuando una se ha olvidado el portátil en casa.

Así que aprovecho uno de mis tres días libres para escribir estas líneas y deciros que, aunque lo parezca, no os he olvidado y que os sigo llevando en mi corazoncito.

¡Deseadme suerte para los últimos dos campamentos!

Con amor,

Septiembre.

viernes, 17 de junio de 2016

De porqué no puedo ser Queen en el Burger King.

¡Muy buenas noches, mis queridos aventureros!

Tengo que deciros que si mañana ocurre una catástrofe a nivel mundial y algo me impide viajar a USA como estaba planeado, ya solo el proceso está siendo algo digno de recordar (para bien, no seáis malpensados que nos conocemos).

Sabéis que siempre que esté aquí, estoy encantada de quedar con todos los que tengáis que venir a Madrid a hacer la entrevista en la embajada estadounidense para conseguir vuestro visado. Y tengo que deciros que, aunque me parece una absoluta aberración que se os obligue a desplazaros tanto para conseguir el visado [habría que ver si a los californianos los harían ir hasta NYC a conseguir un documento en la embajada española], me fascina el conoceros a cada uno de vosotros.

Hoy he pasado el día con Alex, un chico extremeño que se va en agosto a Darnestown (Maryland) y ha sido estupendo. Os dejo aquí su blog para que paséis a echar un ojo, es un MUST.

Y así, entre charlas sobre las excentricidades de los americanos, los vasos del Starbucks, los cambios libro vs serie de Juego de Tronos... me he dado cuenta de que a medida que voy conociendo futuros au pairs, la lucecita que hay dentro de mí queriendo vivir esa experiencia va iluminándose poco a poco cada vez más.

Tuve la misma sensación con Judit y con Irene cuando las conocí. También me pasa con las chicas que me escriben desde Brooklyn (porque mi LCC se equivocó y les dijo que yo llegaba allí hace tres días) dándome la bienvenida y diciendo las ganas que tienen de conocerme y unirme a su piña. Y estoy segura de que también me ocurrirá con Reyes la semana que viene.

El iros conociendo crea en mí una sensación de "comunidad" de alguna forma y hace que esas tierras ya no me parezcan taaaaan grandes y desconocidas. Como ya os dije en otra entrada, el sentimiento de empatía crea un vínculo automático, sabiendo que compartimos tantas cosas. Va a sonar un poco moñas (aunque en realidad me importa un copón), pero hacéis que la gran North America se sienta un poco más "home".
Moñas pero cierto.
Así que espero que me visitéis todos.
Dicho queda.


Un besito enorme y mil gracias otra vez por vuestro tiempo, ilusión y por compartirlos conmigo.

P.D: No, que sepáis que si alguna de vosotras soñaba con ser Queen en el Burger King, Alex ya nos ha quitado la ilusión (y la corona) a todas ¬.¬

P.D2: El Tommy Mel's nos ha defraudado no dejándonos desayunar ya que abre a las 13:00... así que si al volver de USA no encontráis trabajo (Dios no lo quiera) y no os gusta madrugar, consideradlo seriamente como una opción laboral XD